jueves, 14 de abril de 2011

ER FRÍO DE LA MUERTE. SIN ACENTOS.


Mi gata, como todas las mascotas de una familia, mas alla de ser un animal es un integrante de la familia, uno mas que comparte un espacio con nosotros, que nos brinda su compañia y yo le brindo mis cuidados y mi cariño, no obstante mi gata de nombre Sura se encontraba algo enferma, el poco dinero con el que cuenta un hogar humilde impide visitas a un veterinario, ella enfermo un poco, estaba delgada y sus ojos que se podian confundir con ojos de tristesa, eran en realidad ojos idos, ojos que miraban mas alla de lugar donde sus enormes pupilas observan, con mucho cariño, compañia y alimento ella mejoro.
Como todos los dias, mi compañera fiel se posaba en mis piernas en busca de un lugar seguro, de un lugar calido y ¿porque no? caricias, y mientras se encontraba en mis piernas acurrucada con su colita rodeando su cuerpo y sus paticas estiradas sus ojos se iban cerrando para caer en un dulce sueño, incluso cuando se quedaba dormida su cuerpo se deslizaba por mis piernas y estado a punto de caer se despertaba bruscamente y se reincorporaba a la vida. Mi particular forma de llamar a la puerta era para mi gata la señal de que habia llegado alimento e iba corriendo a la puerta a esperar por mi entrada a la casa ¿Quiza me esperaba a mi y no al posible alimento que yo traia por lo general?, No lo se, pero ella, Sura, siempre estaba esperando por mi en las escaleras y era lo primero que veia justo cuando el porton se abria de par en par, sus maullidos llenos de ansiedad y alegria me daban la bienvenida a mi hogar.
El dia que sura llego a nuestro hogar fue por una razon: mi hermana cumplia años y ella al igual que todos en este hogar amamos a los gatos, por desgracia no pudimos encontrar un gato callejero al cual brindarle un hogar, asi que mi madre y yo fuimos a esos lugares de mala muerte, esos reclusorios para animales que por lo general se encuentran en condiciones deprorables, la gente que pensaba darle un hogar a una mascota, a la hora de elegir que animal comprar lo eligen mas por su belleza y sus condiciones en cuando a salud, por nuestra parte era despiadado elegir un compañero bajo esas premisas, por el contrario, lo que buscamos ese dia era un pequeño gato desvalido, enfermo, uno que nadie mas quisiera comprar y enmendar el error que significa comparar una vida por unos pocos pesos, cuando una vida es tan valiosa que el dinero no deberia poder comprar, es asi como la vimos entre esas jaulas que, entre sus pequeños barrotes para nosotros y los inmensos barrotes para ella, que le privan de la libertad de movimiento, sus ojos enfermos, su piel casi dañada, la horrible sorpresa de los gusanos que recorian su cuerpo nos cautivo, sin pensarlo dos veces los ojos de mi madre y mios se posaron en su fragil estado y vimos en ella la oportunidad de salvar una vida de las garras del abandono, el frio de la calle y el ruido de la avenida, el vendedor al ver que la queriamos y al ver el estado en el que se encontraba decidio darnos un precio mas bajo por ella, quiza el vendedor en su inmunda cabeza pensaria que era mejor ganar poco por ese gato a ganar nada si este llegase a morir.

los cuidados no fueron pocos, se le compro medicamentos, se le llevo al veterianrio, se le brindo calor y buen alimento, pero sobre todo; libertad. Mi hermana y su nuevo regalo, su nueva compañera, el amor que entre humanos es dificil brindar, era desbocado todo hacia esa pequeña criatura que nos unia en la ternura y la fragilidad de su cuerpo, muy pronto se gano el cariño de todos y con ello, gano tambien un nombre, un lugar: ya era un integrante mas de nuestra familia, vario años pasaron, varias navidades, varios fines de semana, muchas horas compartimos, y muchas travesuras tambien, una de sus travesuras que enfadan mas a mama era que ella en su inocencia venia que los pedazos de carne y pollo que le damos de comer salian del refrigerador y ella quizo adueñarse del refrigerador y lo orinaba, Quiza queria decir ¡Esto es mio y nadie mas se acerca a el! pero su marca no le duraba mucho, ya que inmediatamente se limpiaba y debia ser reprendida, su terquedad era incluso tierna, agredirla a ella con pequeños golpes era doloroso para ella, pero a mi, que debia reprenderla, mi dolor no era fisico, era un dolor en el corazon, en el alma, Yo entendia perfectamente que mi pequeña gata no comprende lo que son las normas sociales, en ese sentido ella goza de la libertad de las cadenas sociales, lo que para mi era bueno y malo, para ella eso no tenia sentido, tan siquiera debia saber que era eso que los humanos llamamos "bueno y malo" ella solo actua.

hace unos pocos dias Sura se encontraba algo enferma, encontramos en el suelo de la habitacion algo que no supimos que era, lo primero que nos llego a la cabeza fue vomito, el tipico vomito de los gatos y su particular forma de vomitar habian dejado una pequeña huella en el suelo, al ser eso un evento tan comun decidimos solo limpiar y darle de beber a Sura, pero poco a poco su condicion fue empeorando, ya no queria comer, se encontraba delgada y aislada, no le compre comida para gatos porque al parecer era muy dura para ella, asi que compramos pollo, carne y mucha leche para que comiese lo que quisiera, la leche la desprecio, preferia el agua, la carne la comio un poco y el pollo ni lo miro, nos preocupo, como no preocuparse cuando no quiere comer algo que al parecer para ellos es tan delicioso, aun asi comida seguido, pero en pocas cantidades. Mientras yo pasaba horas frente al computador, en una de esas tantas ocaciones en las que mi vida se va por la borda frente a la pantalla de una computadora, llego mi madre haciendo el comentario de que Sura no podia trepar para ir al techo, inmediatamente advertimos que algo estaba realmente mal con ella, me puse de pie, fui por ella al patio y alli estaba, sentada en el suelo contemplando la terrasa, quize ayudarla a subir ya que eso era lo que ella queria, pero decidi no hacerlo porque pense que si no podia subir, quiza no podria bajar, pero en el fondo de mi mente siempre ha retumbado algo que lei sobre los gatos, no era mas que cuando los gatos estaban enfermos se descuidaban,  dejaban de asicalarse y se les notaba el deterioro fisico en su pelaje,  y mas importante aun fue leer que cuando los gatos sentian la muerte llegar por ellos, por lo general se iban de casa para buscar un lugar seguro donde nadie la molestara y pudiese recuperarse o morir tranquila, es por eso que muchos gatos se van y jamas vuelven, no porque hayan abandonado a su familia, sino porque, en busca de un lugar seguro para su fragil salud, habian muerto esperando recuperarse. 
Asi que no la deje ir, la tome en mis manos y la lleve conmigo a la computadora, la acoste en mis piernas y la cubri con mi chaqueta ya que tenia algo de frio, mi pequeña compañera me preocupaba, preferia no pensar en nada negativo y que con mi calor y mis cuidados se recupararia y por fortuna asi fue, recupero su aliento, su movilidad y su calor, llego al hora de comer y de un brinco salto de mis piernas al suelo a corretear a mi madre que traia con ella los platos repetos de alimentos, me alegro verla asi, aun delgada y despelucada, sin arreglar, pero con aliento, con una vida que fluye entre sus paticas blancas y manchadas, pero su maullido era apagado, casi que todo tenia que estar en silencio para poder escuchar su maullidos y eso era algo sumamente triste...
Luego de comer nos fuimos a ver las noticias, las siempre y eternas malas noticias, deberian repensar la palabra noticiero y llamarlo mejor "la hora de las desgracias del pais y el mundo", me aparte del televisor para ir por un cigarrillo, y Sura se encontraba en el asiento del computador, acurrucada y decidi besarla, pero es el beso mas frio que he sentido, me horroriso tal frio en su piel, el frio no provenia de su piel ni de la poca carne que poseia su pequeño cuerpo, sino de sus huesos, le conte a mi madre sobre aquel frio y ella fue conmigo a revisar a Sura, ella solo dijo "es el frio de la muerte", escuchar eso me partio el alma y le respondi que el frio de la muerte se combate con el calor del amor y la vida, la tome en mis brazos, le pedi a mama un cafe con poca azucar, tome un libro y baje a mi cuarto, me acoste con ella, la tome de su cuerpo y la puse en mis brazos, mis manos calidas taparon su cuerpo y le brindaron calor, mi madre bajo con el cafe caliente y mientras bebia cafe con una mano y con esa misma mano leia un libro de literatura latinoamericana que compre por poco dinero en la calle. Sura fue recuperando su calor, no obstante permanecia en ella aquel frio, ese frio que era mas fuerte que el calor de mi cuerpo y mis dulces caricias, pero no cedi, deje de leer y bebe cafe, y entre los abrazos y las caricias quede dormido con ella en mi regazo.

La noche anterior le habia pedido a mi madre que me despertara a las 10 de la mañana ya que mi novia iba a venir y queria que encontrara mi cuarto en condiciones desentes  y que ella se sintiera a gusto estando conmigo, y asi fue, mi madre llego a las 10 am, pero decidi seguir en la cama tratando de dormir «otros 5 minutos», senti como sura se desperto porque se movio rapidamente, salio de la cama y se fue tras mama, me senti bien, quiza iria a buscar comida y para eso se la pediria a ella, nosotros sabemos que Sura no necesita hablar nuestro idioma para hacernos saber lo que quiere, la union y los lazos creados por años y años estando juntos nos permitian leer sus movimientos y determinar lo que queria, ¡Me alegro mucho verla corriendo! y pude dormir un poco mas tranquilo, luego desperte y la television presentaba un programa donde estaban tratando de dinamitar una construccion militar: una demolicion programada, esos programas siempre me animan, me causan curiosidad y pase algo asi como 1 hora mirando aquel programa sin moverme de mi cama, el programa acabo justo al medio dia, hora en la cual inician las noticias del medio dia en city tv, levante mi cuerpo y quise buscar en control remoto para cambiar de canal, pero no lo encontraba en la cama, recorde que la noche anterior habia escuchado un ruido de caida, pense que habia sido mi 3ds, pero el aparato estaba en la cama, asi que conclui que era el control remoto el que habia caido la noche anterior, me dirigi a la parte inferior de la cama para buscar el control en el suelo y si, alli estaba, en el suelo, junto a Sura y el libro que leia la noche anterior, su cuerpo quieto y estirado me impacto, jamas pense encontrarla ahi y mucho menos muerta, no la toque, solo me sente en la cama e hice algo que muy pocas veces hago; ore, no sabia a quien orarle, no sabia a quien me debia dirigir, solo cerre mis ojos y clame a cualquier dios que pudiese existir que se apidara de la vida de Sura, que le brindara un mejor lugar ¿sera eso lo que buscan los que creen en un Dios? un poco de compasion, un sentir que no se esta solo, que donde uno, el simple mortal no puede actuar hay alguien mas poderoso que si puede y que esta dispuesto a brindar su ayuda cuando la desgracia nos cae.
Luego de mis plegarias tome el cuerpo que ya estaba poseido por aquel frio que combati la noche anterior, trate de ser fuerte y no llorar, la puse sobre un saco negro, la aparte del frio suelo donde la encontre y la abrigue como a un bebe que necesita proteccion del frio, ella derepente se movio, pero mas que movimiento era como si se retorciera pero no de dolor, senti en mi que queria decir que aun estaba viva y lo logro, subi las escaleras en busca de mi madre, mientras las subia pensaba en la gravedad de lo que ocurria, pense en la vida que se encontraba entre mis brazos que poco a poco se iba escapando y derrame lagrimas, lagrimas que quebantaron mi volutad, mi fuerza, solo me deje llevar por el dolor que me queria invadir, me deje invadir de tristesa, y es como si cuando entra la tristesa, las lagimas salen despavoridas, huian de mis ojos sin que yo lo controlara, encontre a mama mirando el noticiero, ella me miro sin comprender lo que ocurria, pero noto las lagrimas que bajaban por mi rostro, se levanto de su cama y pregunto que que ocurria, trate de responderle, pero sin saberlo, un nudo se habia posado en mi garganta y me impidio decir lo que ocurria, sin embargo ella lo vio con sus propios ojos, vio a Sura entre mis brazos y solo volvio a preguntar si estaba muerta, con la cabeza le conteste que no, y armado de fuerza y con una voz ahogada de dolor le conteste que aun estaba viva, pero que quiza no por mucho tiempo, ella no lo pudo resistir, rompio en llanto, no la podia consolar ya que yo me encontraba igual que ella: destrozado, llevamos a Sura a la sala, tome asiento en el sofa y ma abrace, mama comentaba que ella al parecer estaba embarazada y que quiza por alguna pelea o algun golpe pudieron morir los bebes y eso era lo que la estaria matando, pero si era asi y era lo mas probable, ya no habia nada que hacer, su frio cuerpo cada vez era mas y mas frio, ese frio extraño que penetra, no era como el frio de las cosas o del clima, era un frio que venia de su interior, un frio que traspasaba mi calida piel, era, en definitiva, el frio de la muerte, mientras mama y yo llorabamos desconsolados Sura poco a poco iba dejando de ser ella y pasaba a ser solo un cuerpo que la representaba su esencia ganada a lo largo de su vida se escapaba entre cada latido de su ya fragil corazon y su alma poco a poco dejaba de mover sus pequeños pulmones, su respiracion era cada vez mas lenta, sus ojos ya no veian nada, sus odios ya no escuchaban, sus pequeñas patas se tensaron quiza era eso a lo que llaman «estirar la pata», solo tome su pata derecha que se encontraba tan fria como el hielo y tan penetrante como la mirada de alguien que ha dejado que su corazon sea invadido por el odio, su pequeño pecho cada vez se movia menos, sus respiraciones eran como si luchase por vivir, cara respiro que realizaba era un segundo mas que le ganaba a la fria muerte, pero pronto su pecho dejo de moverse, mientras sostenia su pequeña e inofenciba pata, pude ver como se iba su ultimo aliento, como en ese ultimo aliento su pequeño ser se escapo para dejar entre mis brazos un cuerpo que ha sido completamente poseido por el frio abrazo de la muerte, ya no estaba entre nosotros, ese algo que la hacia ser ella, que la hacia ser Sura ya no estaba, ya todo lo que hemos vivido se habia ido, sus ojos grandes miraban hacia mi pecho pero a la vez no veian nada, estaban ahi, inertes, sin sentido, mirando el eterno vacio de la vida.